martes, 11 de septiembre de 2007

Miniconciertos nocturnos





I

Pero aquella mano
que torció el destino
derramó las velas sobre el futuro
haciendo temblar
la voz del cuerpo

y el fuego... aquel fuego
se convirtió en mancha
de un color descolorido



II

Toda la vida
y la hora y el genio

Inalcanzables ademanes
donde un dios
y este universo
intentan justificar
la espantoneidad
de las manías del sueño.



III

Ya
todo el misterio
viviendo en la casa
entre los olores
del aire
que dejaron todas tus cosas vivientes
entre estas cenizas
estas palabras
estas ampollas
de caminar laberintos.