jueves, 16 de agosto de 2007

Silencio


Entraron en uno de esos pocos cafés clásicos que quedan en la cuidad, el pidió un cortado y ella un capuchino con canela y chocolate. Se miraron largo tiempo, parecían dos boxeadores durante los primeros segundos del primer round. El empezó a hablar, diciendo pocas palabras. Le contó lo extraño que había sido para él aquella mañana en que la conoció, que por un momento había perdido la noción de lo que sucedía alrededor y que automáticamente cuando ella se le quedó mirando a los ojos, mientras duró todo ese instánte, el pudo ver como su cuerpo se fue silenciando lentamente, pudo sentir como todas la palbaras se escurrían dejándolo allí mismo, inmóvil. Ella lo escuchaba atentamente mientras sacaba un poco de espuma de su capuchino con una cuchara, a veces reía, a veces se quedaba pensativa con los ojos clavados en la transparencia de la vidriera del bar.

4 comentarios:

Diseño y Planificación Comunicacional dijo...

Me impactó la foto...





Todavía me sigue impactando...

Histérica dijo...

Que dulce, aunque nunca tuve una encuentro así de bar, un poco romantico.
Saludos =)
=*

Zoe dijo...

Me ha encantado, Diego!

Me has hecho acordar de un episodio concreto, ocurrido no hace mucho... a veces reía, otras callaba...

Para evitar la mala suerte, los saludos se los entregaré después...debo confesar que hasta a mi me dieron ganas de ir a aquél bar, incluso cuando mi conocimiento de su persona se basa solo en sus escritos...

Que tenga un excelente día!
Saludos desde La Clínica.

இலை Bohemia இலை dijo...

que misteriosa ella, que descriptivo el escrito, ha sido como verlos, me gustó la metáfotra de mirrse como boxeadores...
Preciosa la foto..